Estamos enfrentando un gran reto como sociedad, unas circunstancias que parecían ser cosa del pasado o que solo ocurrían fuera de nuestras cómodas fronteras, quedaba lejos de nuestro pensamiento que nos tocara vivir un evento de esta magnitud, contra un enemigo invisible. Queda un gran desafío que afronta y en muchas de esas ocasiones será con nosotros mismos con quienes habremos de enfrentarnos. Hemos pasado del miedo y el desconcierto al ejercicio de la responsabilidad y de esta a la habituación. Pero el desconcierto ante lo que aún está por llegar empieza a pasar factura y los ánimos bien se empiezan a enfriar o calentar en exceso.
Para poder reorganizar nuestras estrategias cognitivas y llegar a ver la luz al final del túnel, abordaremos en esta entrega el manejo del estrés y de la ansiedad. En estas circunstancias, es imprescindible saber cómo se desencadenan, qué efectos están desencadenando en nosotros y cómo podemos mitigar sus efectos. Entre algunos de los desencadenantes de estos dos procesos, podemos encontrar los siguientes tipos de estresores.
- Únicos: cataclismos, guerras, pandémias, etc.
- Múltiples: afectan a un grupo (salud, trabajo, hogar, familia, economía, etc.)
- Cotidianos: cúmulos de molestias imprevistas (contrariedades, la ambigüedad, ruidos, etc.)
- Biogénicos: físicos o químicos
Para comprender la complejidad de la motivación de los seres humanos, Maslow [1] propuso su famosa pirámide de necesidades básicas. En este modelo, podemos encontrar en la base de la pirámide las necesidades fisiológicas, seguidas de las de seguridad, afiliación, reconocimiento y finalmente en la cúspide las de autorrealización. Cuando sentimos amenazada alguna de estas necesidades pueden surgir estados ansiosos y de agitación, pero ¿Qué es el estrés? ¿Qué es la ansiedad? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se desencadenan? ¿En qué se diferencia con otros procesos? En la siguiente tabla podemos comparar estos dos estados.
Estrés |
Ansiedad |
¿Qué es?
Es una respuesta (fisiológica) inespecífica del organismo ante cualquier exigencia. ¿Para qué sirve? El estrés nos permite adaptarnos y responder a las demandas del entorno. ¿Cómo se desencadena? 1- Ante las reacciones afectivas, ya que estas nos ayudan a responder a las condiciones ambientales. De ser necesario activaría procesos como la hostilidad, etc. 2- En el proceso de valoración de las demandas de la situación, para hacerlas frente. 3- Cuando se han de movilizar los esfuerzos y recursos, para evitar males mayores. ¿En qué se diferencia de otros procesos? No es ni una emoción ni una motivación si bien colabora con estos procesos para llegar a la adaptación.
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¿Qué es?
Una reacción agitada, larga e intensa ¿Para qué sirve? Activa el estado de alerta ¿Cómo se desencadena? · Son reacciones aprendidas y anticipadas de situaciones inclusive no presentes, ni reales 1- Situaciones o acontecimientos interpersonales (malas relaciones, rechazo, agresión, etc.) 2- Temores (muerte, lesiones, enfermedad, etc.) 3- Fobias · Fenómenos de priorización y Compensación: Selección de la atención; Acceso a la memoria; Interpretación sesgada; reducción de las capacidades operativas. ¿En qué se diferencia de otros procesos? El Miedo, provocará huida y evitación; La Ansiedad puede imposibilitar la acción.
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El término estrés proviene de la física, y es usado por ingenieros y arquitectos cuando se hace referencia a la tensión que puede soportar un material o una estructura a la hora de edificar. El estrés en sí mismo no es algo negativo, siempre y cuando no se exceda en el tiempo, ya que cumple una función adaptativa al ser una carga extra de energía que el organismo pone en marcha en un momento determinado, ante una circunstancia determinada que requiere un sobreesfuerzo, (prepararnos para la huida, realizar un examen, una entrevista de trabajo, etc.). Aun así, el estrés es un proceso psicológico complejo e implica actividades tanto emocionales como motivacionales. Si bien hay que diferenciarlo y no confundirlo con estos procesos.
La ansiedad por su parte conlleva un aprendizaje, que puede llevar a una evaluación errónea de las circunstancias. Depende de la interpretación que hacemos de la realidad, el estado de ánimo o la situación vital de cada uno; por eso mimo es un proceso que resulta irregular, es decir, cada sujeto lo vivirá de un modo distinto. Algo frecuente en un estado ansioso es pensar que nadie te entiende y es precisamente este pensamiento erróneo el que puede implicar la idea de «no poder ser ayudado».
Detrás de estos procesos existen Bases ambientales y bases emocionales. Esto es así porque toda conducta sucede en un contexto. Cada entorno afecta al comportamiento de una manera, ya que exige que actuemos de modo diferente, y a su vez cada conducta conlleva a diferentes significados. Es decir, el ambiente impone conductas. En cuanto a la base emocional diferenciar entre estos dos procesos (estrés/ansiedad) nos proporcionará el primer paso para un adecuado afrontamiento. Si bien, aunque como ya hemos dicho, existen importantes diferencias no solo en la definición de estos dos procesos sino en sus principales características, estos pueden ser algunos de los síntomas que podemos enfrentar en situaciones estresantes o/y ansiosas.
- Síntomas fisiológicos afectan al sistema neuroendocrino y están asociadas al Sistema Nervioso Autónomo, lo que puede suponer aumento de la presión sanguínea, dolores de cabeza, estomacales, intestinales, incremento de la respiración, sudoración, etc.
- Síntomas emocionales abarcan sensaciones de malestar, excitación, cólera, etc.
- Síntomas cognitivos por su parte estados de irritabilidad, bloqueo, pérdida de control, etc.
Físicos | Emocionales | Conductuales |
Taquicardias | Pensamientos negativos | Consumo de medicamentos y otros |
Dolor cabeza | Sensación de no dar más de sí | Conductas adictivas |
Dolores cervicales, espalda… | irritabilidad | Tics nerviosos (pelo, uñas…) |
Tensión arterial | Aumento suspicacia | |
Falta de sueño… | Dificultad de concentración y memoria | |
Aumento o pérdida de apetito | Pérdida del sentido del humor | |
Disfunciones sexuales | Baja autoestima | |
Alteraciones gastrointestinales | Sensación de frustración | |
Cansancio constante | Denegar comenzar actividades | |
Sensación presión en el pecho | ||
Disminución efectiva del sistema inmunológico |
A la hora de afrontar el estrés en muchas de las ocasiones bastará con reorganizar nuestras prioridades, establecer bien nuestra agenda y desacelerar el ritmo diario. Algo más complejo es abordar las situaciones ansiosas, pero como ya se habrá podido deducir, al implicar esta un proceso de aprendizaje, la ansiedad es reversible. Sin embargo, la elección del tipo de estrategia ante un estado de agitación resulta fundamental. A la hora de la elección tiramos de la experiencia aunque no siempre resulte eficaz. Pero ¿A qué es debido que nos decantemos por un tipo de estrategias y no otras? Si algunas son más adecuadas que otras ¿Por qué volvemos a utilizar las menos acertadas? La respuesta es sencilla, porque a corto plazo resultan efectivas aunque a largo plazo resulten ineficaces y como lo que buscamos es aliviar el estado de malestar dejamos de aplicar las que suponen un mayor esfuerzo y que sin embargo resultarán más seguras y eficaces.
Lee detenidamente y reflexiona sobre el tipo de respuesta que das ante situaciones estresantes o ansiosas y modifícalas por aquellas que resulten más adecuadas. Veamos a qué tipo de estrategias nos estamos refiriendo:
NEGATIVAS/ INMADURAS
- Reacción depresiva: El sujeto se siente desbordado y espera malos resultados
- Negación: No se acepta el problema, lo evita, distorsiona, o desfigura.
- Conformismo: Reacciona con una tendencia pasiva, percibe falta de control y acepta las consecuencias
- Desconexión mental: Prefiere desconectar y pensar en otra cosa
- Control Emocional: Oculta sus sentimientos
- Distanciamiento: Suprime los aspectos emocionales del problema
- Refrenar el afrontamiento: Busca el aplazamiento de la solución
- Evitar el afrontamiento: No haces nada, prevé haciendo suposiciones que cualquier acción puede empeorar la situación o la valora como irresoluble.
- Desconexión comportamental: Se evita todo tipo de respuestas o solución
- Respuestas Paliativas: Evitas las situaciones estresantes
POSITIVAS/MADURAS
- Revaluación: Aprende de tus errores
- Planificación: Moviliza estrategias de afrontamiento, analiza y razona antes de actuar, después llévalo a cabo
- Desarrollo personal: Aprende de la situación y saca algo positivo
- Supresión de actividades distractoras: Analiza las actividades y busca información para solucionar el problema
- Apoyo social: Busca información o consejo
- Expresión emocional: Canaliza tus emociones y expresa como te sientes
Una tormenta es una tempestad de mucha violencia y corta duración, una agitación violenta que produce una desgracia, pero siempre le sigue la calma. No reprimas o ignores tus emociones, eso no ayuda, es preferible escucharlas y saber que sientes para poder aplicar la respuesta más adecuada. Una restructuración cognitiva, según González (2010), es un procedimiento en el que se han visto involucrados pensamientos negativos que nos han alterado, pero que pueden llegar a reemplazarse por otras alternativas más alentadoras.
[1] Maslow, A. Teoría sobre la motivación humana (1943)